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¿Por qué me duele el pie?

Conocer la causa del dolor basta para empeorarlo. La incertidumbre y el estrés pueden empeorarlo. Hay muchas afecciones que pueden causar problemas en los pies. Algunas son fáciles de diagnosticar. Para diagnosticar otros problemas puede ser necesaria una radiografía minuciosa o una resonancia magnética. La artritis puede causar dolor de pies de tres formas. La gota es la más obvia y fácil de detectar. La gota se caracteriza por un dolor intenso, dedos enrojecidos e hinchazón. Este diagnóstico depende del momento y la velocidad de aparición. La mayoría de los enfermos se van a dormir sintiéndose bien, pero a la mañana siguiente se despiertan con dolor. El diagnóstico puede confirmarse mediante análisis de sangre y orina.

Veamos...

La artrosis se refiere al desgaste general de las articulaciones. También puede deberse a una lesión anterior. La reumatoide es una enfermedad en la que el cuerpo no reconoce las partes sanas y las ataca. La fascitis plantar es una afección que causa dolor en el talón. Este dolor está causado por los ligamentos que conectan el talón y los dedos de los pies. Este ligamento puede dañarse si eres propenso a sufrir lesiones, sobre todo si tu forma de andar es mala, tienes dificultades para caminar, sobrepeso o arcos altos. Es más doloroso cuando se está de pie o se camina.

Fracturas por estrés: Los pies están sometidos a mucho abuso. Los delicados huesos pueden romperse al estar de pie, caminar, correr y otras actividades, especialmente cerca de los dedos. Estas fracturas pueden ser dolorosas, pero si no se tratan rápidamente, pueden producirse fracturas más grandes que requieren una curación más prolongada. La tendinitis es una afección en la que pueden inflamarse cuatro tendones de los pies. El tendón puede tardar en curarse, lo que es más frecuente en personas mayores. Si no se trata, puede causar daños permanentes en el tendón y dolor.

Conclusión

Es fundamental obtener un diagnóstico adecuado del dolor de pies. Aunque es probable que algunas de estas afecciones tengan opciones de tratamiento similares, no siempre serán las mismas. La aspirina puede utilizarse para tratar la tendinitis, pero sólo empeorará el problema si se padece gota. Estas diferencias pueden marcar la diferencia. Es importante que informe a su médico de cualquier enfermedad o medicación que esté tomando. Esto ayudará a evitar interacciones entre medicamentos y hierbas, así como efectos secundarios peligrosos.

 

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